La limpieza de los paneles solares es un proceso sencillo y fácil.
En primer lugar, tendrás que asegurarte de que tus paneles solares están limpios y sin polvo. Si los has utilizado durante un tiempo y están cubiertos de suciedad y polvo, es posible que tengas que limpiarlos con un paño húmedo o una esponja.
Si el panel solar sigue estando sucio después de haberlo limpiado, puedes utilizar agua jabonosa y un cepillo suave para frotar la suciedad que queda en la superficie del panel.
Una vez que el panel se haya limpiado de todo el polvo, la suciedad y la mugre, aclárelo con agua limpia de su manguera de jardín. Asegúrese de no rociar el exceso de agua directamente sobre los paneles solares; en su lugar, dirija el chorro de agua hacia el suelo en un ángulo para que caiga del tejado de forma natural.
¿Qué pasa si se mojan con la lluvia los paneles solares?
La respuesta corta es: no hay que preocuparse. Es cierto que el agua de lluvia puede hacer que los paneles solares se mojen y ensucien, pero no les hará daño. De hecho, los mantendrá limpios y ayudará a que duren más.
Nuestros paneles solares están diseñados para durar hasta 30 años y funcionarán bien cuando se mojen; de hecho, es mejor para ellos a largo plazo. Dicho esto, si te preocupa que la lluvia afecte a tu sistema de paneles solares, te recomendamos que utilices una cubierta para paneles solares o que los mantengas alejados de los árboles que dejan caer hojas en los canalones (si los tienes).
¿Cuánto afecta la suciedad a los paneles solares?
La suciedad, el polvo y otras partículas pueden acumularse en la superficie de los paneles solares, lo que puede afectar a la eficiencia de su sistema.
¿En qué medida afecta la suciedad a los paneles solares?
La suciedad acumulada en los cristales de los paneles es uno de los mayores problemas en el mercado de la energía solar, que está creciendo rápidamente, y provoca pérdidas de eficiencia y reducción de los índices de rendimiento.
La cantidad de suciedad en sus paneles solares variará en función del lugar donde viva. En zonas con mucho viento y lluvia, la acumulación de suciedad será mayor que en zonas menos expuestas a estos elementos. Lo mismo ocurre con las zonas con muchos árboles y plantas; también atraerán más suciedad que otros entornos.